Aunque aún lejos de los diez primeros países de la OCDE, los datos del mercado nacional en cuanto a las tendencias de formación de nuestras empresas nos hacen ser optimistas sobre la implicación de procesos de reciclaje a trabajadores y su previsible evolución.

Un estudio realizado por Berlitz, el especialista en idiomas y comunicación intercultural más importante del mundo, destaca que en los dos últimos años el presupuesto en formación de las principales empresas del país aumentó en un 23%; el 33% permaneció estable frente a tan solo un 12% que decreció.

Cierto es que los programas de formación bonificada han ayudado y que la inversión en formación es en la actualidad sumamente importante tanto para las empresas como para los empleados. La globalización de los mercados, la eclosión de las nuevas tecnologías y la necesidad constante de innovar exigen una inversión continua en el recurso más importante con el que cuentan; el capital humano. Fruto de ello ha sido la consolidación del departamento de Recursos Humanos en las principales empresas del país. De hecho, una de las funciones más importantes de este departamento en la empresa moderna es la implementación de un buen programa de educación continuada para sus empleados.

El estudio, en donde se encuesta a más de 140 directores de formación y RRHH de empresas de entre 200 y 50 trabajadores líderes en sus correspondientes sectores, destacan que el 61% de los directivos de Formación de las empresas encuestadas considera la experiencia del formador como el principal factor a tener en cuenta a la hora de elegir su proveedor de formación, seguido muy de cerca por la metodología, con un 58%. El precio, al contrario de lo que cabría suponer, tiene menor relevancia pues está en torno a nueve puntos por debajo de las dos variables anteriores.

En este sentido, tener un buen programa de capacitación motiva a los empleados porque valoran el hecho de que la empresa está contribuyendo a su crecimiento personal y profesional. La formación a los trabajadores sigue siendo mayoritariamente presencial, con un 45%, aunque la enseñanza online continúa ganando terreno inexorablemente situándose en casi un 30% del total. Un 18% de las empresas optan por soluciones intermedias; el blended, según los datos extraídos en la encuesta.

Este sistema mixto irrumpe con fuerza en nuestro país debido a la necesidad constante de reciclaje por los cambios que se producen a diario en el mercado y la necesidad de encontrar nuevas herramientas de innovación. Por este motivo, para ser competitivos a nivel profesional la formación debe ser compartida entre el horario laboral y personal.

Si queremos mantener el desarrollo sostenible y ser competitivos globalmente es preciso transformar una práctica esporádica y aún demasiado desregulada, en un modelo sistémico. Afortunadamente, las empresas españolas están ya implementando la formación desde lo interno de la organización, como rutinas del día a día.